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| Acantilados de Caños de Meca(Barbate) |
Los acantilados siempre han atraído por su grandiosidad y belleza. Andalucía tiene aproximadamente 180 kilometros de acantilados, lo que supone casi una quinta parte de su litoral.
Los acantilados se forman preferentemente en las zonas de sierras litorales, muy frecuentes en la costa mediterránea andaluza, debido a la acción del oleaje, que socava la base de las montañas. De este modo, se desprende una gran cantidad de fragmentos de roca que son lanzados por las olas como proyectiles que erosionan aún más el frente costero.
Las cimas de los acantilados proporcionan una amplia visión de la costa y el mar, por lo que estos lugares han tenido siempre un valor estratégico. En los acantilados andaluces hay numerosas torres y fortificaciones que constituyen un valioso patrimonio arquitectónico, además de añadir aún un atractivo adicional a estos bellos espacios naturales.
En el Atlántico y en el Mediterráneo
En la costa Atlántica de Huelva y Cádiz los acantilados no son frecuentes y se forman sobre terrenos de tipo arenoso. En Huelva destacan los acantilados del Asperillo y de El Rompido-La Antilla. En Cádiz existen acantilados no muy elevados, desde Rota hasta Conil, y otros de grandes dimensiones en Barbate y el Estrecho de Gibraltar.
En la costa Mediterránea abundan los acantilados sobre terrenos rocosos que jalonan todo el litoral de Málaga y Granada, entre los que destacan los acantilados de Maro-Cerro Gordo, en el límite de estas dos provincias. En Almería son de gran singularidad los acantilados del Cabo de Gata, formados sobre terrenos volcánicos.
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