El lentisco, entina o mata charneca (Pistacia lentiscus) es una especie de fanerógama del género Pistacia, perteneciente a la familia Anacardiaceae.
Se trata de un arbusto o arbolito dioico, plantas macho y hembra independientes, siempre verde de 1 a 5 m de altura, con un fuerte olor a resina, que crece en los matorrales secos y pedregosos de la Europa mediterránea, norte de África y Oriente Próximo.
Resiste mal las fuertes heladas y se desarrolla sobre todo tipo de
suelos, pudiendo medrar bien en zonas calizas e incluso salitrosas o
salinas, esto hace que sea más abundante junto al mar. Habita en bosques
claros, zonas adehesadas, coscojales, encinares, garrigas, maquis,
collados, gargantas, cañones y laderas rocosas de toda el área
mediterránea. Especie muy típica del área mediterránea que crece en
comunidades con mirto, coscoja, palmito, aladierno, zarzaparrilla y
sirve de protección y alimento a pájaros y otra fauna exclusivos de este
ecosistema. Es una especie pionera muy rústica dispersada por los
pájaros y abundante en ambientes secos mediterráneos. Crece en forma de
mata y a medida que envejece, desarrolla troncos gruesos y gran cantidad
de ramas gruesas y largas. En áreas apropiadas, cuando se le deja
crecer libremente y se hace viejo suele convertirse en un árbol de hasta
7 m. Las acciones llevadas a cabo por el hombre, como la corta, el
pastoreo y los incendios impiden muchas veces su desarrollo.
Las hojas
son alternas, coriáceas y compuestas paripinnadas (sin foliolo
terminal) con 6-12 foliolos de un verde intenso. Presenta flores muy
pequeñas, las masculinas con 5 estambres, las femeninas con estilo trífido. El fruto es una drupa, primero roja y más tarde negra al madurar, de unos 4 mm de diámetro.
En la época clásica se empleó como goma de mascar; de su látex se elabora una goma aromática llamada almáciga o mástique, usada en medicina odontológica y para hacer barnices. También se utiliza para aromatizar licores.
En zonas turísticas mediterraneas junto con palmitos y algunas
plantas exóticas, es elegida para repoblar jardines y resorts, debido a
su fortaleza y atractivo aspecto. Al contrario que otras especies de pistacia, conserva sus hojas a lo largo de todo el año y un aspecto sano y vigoroso. Se le ha introducido como ornamental en México,
donde se ha naturalizado y se le ve con frecuencia en zonas suburbanas y
principalmente en zonas semiáridas donde el régimen de lluvias de
verano contrario al del clima mediterráneo, de donde es originario, no le perjudica.
Está emparentada con la cornicabra (Pistacia terebinthus) con la que hibrida fácilmente en las zonas en contacto; P. x saportae Burnat (P. lentiscus x P. terebinthus)
que tiene hojas imparipinnadas, con hojuelas semipersistentes, la
terminal subsésil y a veces reducida. Sin embargo, ocupan biotopos
distintos y escasamente solapados. El lentisco aparece en zonas más
bajas y cercanas al mar, mientras que la cornicabra prefiere zonas más
protegidas y elevadas.
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