El jabalí (Sus scrofa) es un mamífero artiodáctilo de la familia de los suidos presente en Europa, aunque hay también subespecies en América, África y Asia. El jabalí se puede encontrar en la península Ibérica, donde su población es abundante y es considerado como pieza de caza mayor. Está incluido en la lista 100 de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Morfología
- Longitud del cuerpo: 120 cm
- Longitud de la cola: 22 cm
- Alzada a la cruz: 65 cm
- Peso: los machos entre 70 y 90 kg, las hembras entre 40 y 65 kg (puede llegar a alcanzar los 150 kg).
- Grado de amenaza: en España y en Europa es una especie cinegética, por lo que no se encuentra en peligro ni amenazado.
El jabalí es un mamífero de tamaño mediano provisto de una cabeza grande y alargada, en la que destacan unos ojos
muy pequeños. El cuello es grueso y las patas son muy cortas, lo que
acentúa aún más su rechoncho cuerpo, en el que es mayor la altura de los
cuartos delanteros que los traseros, a diferencia del cerdo doméstico, que por evolución
genética ha desarrollado más la parte posterior de su cuerpo, donde se
localizan las piezas que alcanzan más valor en el mercado de las carnes.
El jabalí compensa su mala vista con un importante desarrollo del olfato, que le permite detectar alimento, como trufas o vegetales y animales bajo tierra, o incluso enemigos a más de 100 metros de distancia. El oído está también muy desarrollado y puede captar sonidos imperceptibles para el ser humano.
Sus pelos son gruesos y negros midiendo entre 10 y 13 cm en la cruz y unos 16 cm en la punta de la cola.
El color de la capa o pelo es muy variable y va desde colores grisáceos
a negro oscuro, pasando por colores rojizos y marrones. Las patas y el
contorno del hocico son más negras que el resto del cuerpo. La crin que recorre el lomo a partir de la frente, se eriza en caso de cólera. El cambio de pelo tiene lugar hacia mayo o junio, aunque la hembra con crías muda más tarde. En verano, las cerdas son más cortas.
Las crías o jabatos nacen con unas características rayas longitudinales a lo largo del cuerpo, lo que les ha dado el nombre de rayones o listones. Posteriormente éstas desaparecen a lo largo de los primeros meses de vida y su pelaje se oscurece, pasando del rojo bermejo al año de edad y al marrón o negro en los ejemplares adultos.
Subespecies:
En la Península Ibérica se localizan dos subespecies que se diferencian por el pelaje:
- Albar (Sus scrofa castilianus): tiene una distribución más norteña, un mayor tamaño corporal y un pelaje más claro y tupido.
- Arocho (Sus scrofa baeticus): es más pequeño que el anterior, con menos pelo y más negro, su distribución es propia del sur peninsular.
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