En la plataforma continental, donde la luz solar penetra hasta el fondo, crece la posidonia oceánica. Esta especie echa raíces en la arena y el fango entre los cinco y cuarenta metros de profundidad. Las praderas de posidonia cumplen un importante papel en la ecología del Mediterráneo porque, además de disminuir la erosión de la costa al absorber la energía de las olas, purifican las aguas al liberar grandes cantidades de oxígeno y proporcionan alimento y refugio a muchos crustáceos, erizos marinos y crías de peces.
La posidonia oceánica es una especie exclusiva del Mediterráneo que está siendo fuertemente afectada por la contaminación de las aguas y destruida por los barcos pesqueros que utilizan técnicas de arrastre.
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