jueves, 4 de octubre de 2012


Consejos para la recolección de setas


A continuación se describirán ciertos aspectos importantes para la recolección y el consumo de setas...

· Nunca emplearemos rastrillos, porque podríamos afectar al micelio. Además, esta práctica está prohibida.

· No debemos consumir setas que crezcan junto a carreteras, pistas forestales o zonas industriales, pues los hongos tienen la particularidad de absorber y acumular metales pesados tóxicos como el plomo, el cadmio o el mercurio, que pueden llegar a ser muy nocivos para la salud.

· No debemos pisar ni destruir aquellas setas que parezcan venenosas o desconocidas para nosotros. Los hongos juegan un importante papel en el ecosistema, puesto que mantienen relaciones simbióticas con muchas especies vegetales y descomponen la materia orgánica del suelo. Además, constituyen el alimento y el refugio de numerosos animales.

· Cuando encontremos un grupo de setas no las recolectaremos todas. Dejaremos algunas para que dispersen las esporas. Así se perpetuará la especie y podremos seguir disfrutando de nuestra afición micológica.

· Hay que limpiarlas de tierra, arena u otros restos adheridos como hojas, ramitas, etc., con una brocha, cepillo o pincel pequeño. En la cesta conviene colocarlas con las láminas hacia abajo; así evitaremos que éstas se llenen de tierra.

· Debemos desechar setas viejas o que estén agusanadas, putrefactas o enmohecidas, porque causarán trastornos digestivos. Tampoco hay que recolectar ejemplares demasiado jóvenes, pues hay que dejarles tiempo para que diseminen las esporas. De camino, evitaremos una incorrecta identificación de la especie, porque ciertos caracteres concluyentes a la hora de reconocerla, únicamente aparecen cuando se ha completado la fructificación del hongo.

· Las setas son por naturales indigestas, por lo que no debemos abusar de su consumo.

· En cuanto a su conservación y su transporte, no es aconsejable usar bolsas de plástico, pues no permiten la dispersión de esporas y producen procesos de descomposición que hacen que setas comestibles se conviertan en dañinas. Siempre hay que utilizar canastos de mimbre, caña, palma, etc. No dejaremos durante mucho tiempo las setas en el frigorífico, porque aún con bajas temperaturas se estropean pronto.

· Nunca consumiremos una seta con miedo de que sea venenosa. En ese caso, aunque sea comestible, seguramente nos sentará mal.

· Al menor síntoma de indigestión o malestar hay que acudir al centro médico más próximo, porque la rapidez del diagnóstico y el tratamiento son de vital importancia. Es conveniente guardar al menos una seta de las que vayamos a comer por primera vez y así, en caso de intoxicación, será más fácil determinar que especie la ha causado.

· Nunca consumiremos una seta si no estamos completamente seguros de que es apta para el consumo.

· El que una seta aparezca con signos de haber sido consumida por un animal es señal de que es comestible. Esto no es cierto, pues el metabolismo de los animales es distinto al nuestro, y sustancias que para ellos no son dañinas, para nosotros pueden llegar a ser mortales.

· Si una seta posee un olor y sabor agradables, podremos comerla. Esta afirmación es incorrecta, ya que la famosa Amanita phalloides tiene un sabor dulce.

· Las setas que crecen sobre madera son comestibles. Esto es falso, pues la Galerina marginata, que crece en la madera, puede causar la muerte.

· Si se cocinan las setas con abundante sal y vinagre, desaparece su toxicidad. No es correcto, porque puede darse el caso de que incluso se potencie su efecto dañino.

· Si una seta se somete a cocimiento con una cuchara de plata y ésta ennegrece, significa que es deletérea. Debemos hacer caso omiso a esta regla, pues la chantarela, una de las más apreciadas, ennegrece la cuchara y, sin embargo, la oronja verde, un hongo mortal, no lo hace.

· Si al cocer setas les añadimos un diente de ajo y éste ennegrece, quiere decir que es tóxica. Al igual que en el caso anterior, muchas setas comestibles ennegrecen el ajo y otras venenosas no lo hacen.

· Aquellas setas cuya carne cambia de color al ser cortadas o tocadas son tóxicas. No es cierto, pues el afamado níscalo para de naranja a verde y es una de la setas comestibles más buscadas por los aficionados.

cesta de setas

No hay comentarios: