La erosión del mar provoca el retroceso y la degradación de los acantilados, y en su base se forman amplias plataformas compuestas por grupos de rocas. Estas plataformas reciben el nombre de arrecifes.
Los arrecifes son zonas de gran riqueza biológica, pues, de hecho, los organismos vivos pueden llegar a cubrir materialmente la superficie rocosa. Al recorrer un arrecife podemos observar miles de animales y algas, algunos tan fuertemente adheridos a la roca que parecen formar parte de ella. Vivir en un arrecife no es fácil, hay que soportar los fuertes oleajes y los cambios bruscos de factores como la temperatura o la salinidad, pero son muchas las especies que se adaptan. Un paseo por alguno de los muchos arrecifes que salpican las costas andaluzas nos descubrirá un mundo fascinante de vida y color.
Acuarios naturales
En cualquier zona rocosa de las costas de Andalucía podremos observar las numerosas charcas que ha excavado la erosión marina. Estas charcas mantienen agua de forma permanente y esto permite la supervivencia de múltiples organismos marinos aun durante la marea baja. Son, pues, auténticos acuarios naturales al aire libre, paraísos para cualquier naturalista.
En estas charcas que jalonan el litoral andaluz se pueden encontrar peces: gobios, blenios, mojarras, ..., crustáceos: camarones, cangrejos, ..., celentéreos: medusas, ..., equinodermos: estrellas y erizos de mar, ... y un largo etcétera de animales y algas, algunos de sorprendente belleza.
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