Las nuevas frutas (híbridos)

Fruta híbrida - Ciruela/Albaricoque

Están de moda las especies exóticas, las nuevas frutas sorprendentes. Los centros de jardinería y los catálogos ofrecen cada vez más árboles frutales originales, por ejemplo, dos variedades diferentes de fruta en el mismo árbol. Pero atención a las decepciones: el árbol puede crecer, pero no dar jamás una cosecha, porque el clima no le vaya bien o porque haya sido dañado, apenas adulto, por un invierno riguroso. Hay que saber que al contrario de lo que afirman ciertos catálogos, los caquis, los nísperos del Japón y las granadas sólo fructifican bien en las regiones más favorables; igual que el almendro, que necesita inviernos clementes, un suelo cálido y seco y, sobre todo, una primavera extremedamente temprana (puede florecer desde enero). El mismo problema tenemos con la higuera, que tiene sus frutos a caballo entre dos años y no soporta los verdaderos inviernos de un clima continental.

Aunque tradicionales en nuestras huertas, los membrillos, serbales y nísperos no presentan demasiado interés para el aficionado que no pueda plantar más de tres o cinco especies en su jardín.

En cuanto a las invenciones recientes venidas del otro lado del Atlántico o de Extremo Oriente, a veces presentan un gran interés, como el híbrido entre ciruela y albaricoque, o la pera japonesa (nashi), que es un híbrido de pera y manzana.

El problema es que aún no se conocen perfectamente las condiciones de su logro a medio y largo plazo en nuestro país. Además, su sabor, aunque sea divertido y seductor, tiene el peligro de cansar rápidamente nuestros paladares educados a más refinamiento y sabor.