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| El Alto Guadalquivir |
Las grandes obras humanas, que siempre alteran el hábitat natural, a veces terminan modificándolo en un sentido positivo. Los embalses andaluces han servido para aumentar el número de zonas húmedas y algunos de ellos constituyen lugares de gran valor ecológico.
Este es el caso del Paraje Natural del Alto Guadalquivir, en Jaén. Este paraje recorre los embalses de puente de la Cerrada, doña Aldonza y Pedro Martín, situados sobre el gran río. En ellos crece una vegetación acuática y ribereña cada vez más abundante. Al oscilar el nivel de las aguas embalsadas, temporalmente quedan al descubierto zonas donde crecen tarajes, carrizos y espadañas. Próximos a las riberas, árboles como los sauces y álamos blancos constituyen el hábitat idóneo de aves acuáticas como el calamón, el porrón común hoy incluso la Malvasía. También podemos disfrutar de la garza imperial y el Martinete.
El calamón
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| Calamón |
Es el gran gallo acuático del Guadalquivir. Aunque en Doñana mantiene una población más estable también corretea por los carrizos ribereños del Alto Guadalquivir y por otros lugares de Andalucía. Atrás parece quedar la época en la que se temió por su desaparición, junto con la de la focha cornuda; la degradación generalizada de los ambientes húmedos andaluces originó este peligro.
El calamón es un ave fácilmente identificable por su gran tamaño, su plumaje de color azulado purpúreo y sus largas patas rojas. Incluso en vuelo se le puede reconocer por sus patas colgantes y sus movimientos lentos y torpes.
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